Local Church Budget

November 19, 2016

Available Language(s):

Author: Nelson Silva

Video Presenter: John Mathews


PRESENTER: John Mathews
There is a song that combines a simple tune with a timeless truth. The listener can picture Adam in the Garden of Eden discovering the functions of his hands, his heart, and his voice. The song concludes each stanza with this sentence: “my hand/heart/voice is a gift from God to me” (Elly and Steve Kupferschmid, I Can Love: A Song of Stewardship and Thanksgiving, 1989).

God not only gave Adam and Eve a phenomenal body, but also a purpose: to rule over creation (Gen. 1:26, 28, NIV). God entrusted the newly created world to His crown of creation man and woman. As good managers, they were to enjoy, as the song suggests, but also to benefit from it tangibly.

After one realizes how good, generous, and merciful God is, “what can I do to thank him?” the song rhetorically asks. The question is difficult. What can be given to One who has it all? The answer is simple: “I can love.” Love brings the believer to Jesus’s summary of the law: “Love God with all your heart and with all your soul and with all your mind… and love your neighbor as yourself” (Matt. 22:37–40).

Today, we have an opportunity to express our love to God and our neighbor as we return God’s tithes and our offerings. Our lives, time, and possessions belong to God. What a privilege it is to be able to thank Him through this act of Love.

Today’s offering will benefit our local church budget, which blesses us and the community in which we live.

Author: Nelson Silva

Video Presenter:

Hay una canción que combina una melodía sencilla con una verdad eterna. El oyente puede imaginarse a Adán en el Jardín del Edén descubriendo cómo funcionan sus manos, su corazón y su voz. La canción concluye cada verso con esta afirmación: Mi mano/corazón/voz es un regalo de Dios para mí” (Elly and Steve Kupferschmid, I Can Love: A Song of Stewardship and Thanksgiving, 1989).

Dios no solo le dio a Adán y Eva un cuerpo maravilloso, sino también un propósito: llenar y someter la tierra (Gen. 1:26, 28). Dios confió el nuevo mundo creado a la corona de su creación: el hombre y la mujer. Como buenos administradores, ellos tenían que disfrutar, tal como lo sugiere la canción, pero también beneficiarse de ella en forma tangible.

Después de darse cuenta de cuán bueno, generoso y misericordioso es Dios, la canción pregunta retóricamente: “¿Qué puedo hacer para agradecerle?” La pregunta es difícil. ¿Qué se le puede dar a alguien que lo tiene todo? La respuesta es sencilla: “Puedo amar.” El amor lleva al creyente a realizar lo que Jesús resumió sobre la Ley: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente,” y …“amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mat. 22:37-40).

Hoy, tenemos la oportunidad de expresar nuestro amor a Dios y a nuestro prójimo a medida que devolvemos los diezmos y nuestras ofrendas al Creador. Nuestras vidas, tiempo y posesiones pertenecen a Dios. Qué privilegio el poder agradecerle a través de este acto de amor.

Las ofrendas de hoy beneficiarán nuestro presupuesto de la iglesia local, lo cual nos bendice a nosotros al igual que a la comunidad en donde vivimos.

Author: Nelson Silva

Video Presenter:

Há uma canção que combina uma melodia simples com uma verdade eterna. O ouvinte pode imaginar Adão, no Jardim do Éden, descobrindo as funções de suas mãos, de seu coração e de sua voz. A canção conclui cada estrofe com esta frase: “minha mão/coração/voz é um dom de Deus para mim” (Elly e Steve Kupferschmid, I Can Love: A Song of Stewardship and Thanksgiving - Eu Posso Amar: Uma Canção de Mordomia e Ação de Graças, 1989).

Deus não só deu a Adão e Eva um corpo fenomenal, mas também um propósito: governar a criação (Gn 1:26, 28). Deus confiou o mundo recém-criado à coroa da criação: o homem e a mulher. Como bons administradores, eles deveriam cuidar, como a canção sugere, mas também se beneficiar disso de forma objetiva, palpável.

Após percebermos quão bom, generoso e misericordioso é Deus, a canção pergunta: “o que posso fazer para agradecê-Lo?” A pergunta é difícil. O que pode ser dado Àquele que tem tudo? A resposta é simples: “eu posso amar”. O amor traz o crente à síntese da lei dada por Jesus: “Amarás o Senhor, teu Deus de todo o teu coração, de toda a tua alma e de todo o teu entendimento... e amarás o teu próximo como a ti mesmo” (Mt.22:37-40).

Hoje, temos a oportunidade de expressar o nosso amor a Deus e ao próximo enquanto devolvemos os dízimos de Deus e nossas ofertas. Nossa vida, tempo e bens pertencem a Ele. Que privilégio sermos capazes de agradecê-Lo por este ato de amor.

A oferta de hoje beneficiará o orçamento da igreja local, que abençoa a todos nós e a comunidade em que vivemos.

Author: Nelson Silva

Video Presenter: William Sanchez


PRESENTER: William Sanchez
Hay una canción que combina una melodía sencilla con una verdad eterna. El oyente puede imaginarse a Adán en el Jardín del Edén descubriendo cómo funcionan sus manos, su corazón y su voz. La canción concluye cada verso con esta afirmación: Mi mano/corazón/voz es un regalo de Dios para mí” (Elly and Steve Kupferschmid, I Can Love: A Song of Stewardship and Thanksgiving, 1989).

Dios no solo le dio a Adán y Eva un cuerpo maravilloso, sino también un propósito: llenar y someter la tierra (Gen. 1:26, 28). Dios confió el nuevo mundo creado a la corona de su creación: el hombre y la mujer. Como buenos administradores, ellos tenían que disfrutar, tal como lo sugiere la canción, pero también beneficiarse de ella en forma tangible.

Después de darse cuenta de cuán bueno, generoso y misericordioso es Dios, la canción pregunta retóricamente: “¿Qué puedo hacer para agradecerle?” La pregunta es difícil. ¿Qué se le puede dar a alguien que lo tiene todo? La respuesta es sencilla: “Puedo amar.” El amor lleva al creyente a realizar lo que Jesús resumió sobre la Ley: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente,” y …“amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mat. 22:37-40).

Hoy, tenemos la oportunidad de expresar nuestro amor a Dios y a nuestro prójimo a medida que devolvemos los diezmos y nuestras ofrendas al Creador. Nuestras vidas, tiempo y posesiones pertenecen a Dios. Qué privilegio el poder agradecerle a través de este acto de amor.

Las ofrendas de hoy beneficiarán nuestro presupuesto de la iglesia local, lo cual nos bendice a nosotros al igual que a la comunidad en donde vivimos.

Author: Nelson Silva

Video Presenter: William Sanchez


PRESENTER: William Sanchez
Hay una canción que combina una melodía sencilla con una verdad eterna. El oyente puede imaginarse a Adán en el Jardín del Edén descubriendo cómo funcionan sus manos, su corazón y su voz. La canción concluye cada verso con esta afirmación: Mi mano/corazón/voz es un regalo de Dios para mí” (Elly and Steve Kupferschmid, I Can Love: A Song of Stewardship and Thanksgiving, 1989).

Dios no solo le dio a Adán y Eva un cuerpo maravilloso, sino también un propósito: llenar y someter la tierra (Gen. 1:26, 28). Dios confió el nuevo mundo creado a la corona de su creación: el hombre y la mujer. Como buenos administradores, ellos tenían que disfrutar, tal como lo sugiere la canción, pero también beneficiarse de ella en forma tangible.

Después de darse cuenta de cuán bueno, generoso y misericordioso es Dios, la canción pregunta retóricamente: “¿Qué puedo hacer para agradecerle?” La pregunta es difícil. ¿Qué se le puede dar a alguien que lo tiene todo? La respuesta es sencilla: “Puedo amar.” El amor lleva al creyente a realizar lo que Jesús resumió sobre la Ley: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente,” y …“amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mat. 22:37-40).

Hoy, tenemos la oportunidad de expresar nuestro amor a Dios y a nuestro prójimo a medida que devolvemos los diezmos y nuestras ofrendas al Creador. Nuestras vidas, tiempo y posesiones pertenecen a Dios. Qué privilegio el poder agradecerle a través de este acto de amor.

Las ofrendas de hoy beneficiarán nuestro presupuesto de la iglesia local, lo cual nos bendice a nosotros al igual que a la comunidad en donde vivimos.