Local Conference Advance

August 27, 2016

Available Language(s):

Author: Nelson Silva

Video Presenter: J. Alfred Johnson II


PRESENTER: J. Alfred Johnson II
A woman once told her husband, “ I need a little money,” to which her husband replied, “How little do you want?”

This reflects some believers’ attitude toward giving. Some Christians argue that tithing is a legalistic practice from the Old Testament. They seem to ignore the many allusions to tithing in the New Testament. Jesus affirmed tithing (Matt. 23:23), and Paul alluded to it (1 Cor. 9:13–14; 16:2). Regardless, this negative attitude toward tithing appears to be an issue of covetousness rather than legalism. How little will God accept?

A young girl received a silver dollar once. She asked her dad to break it into dimes. She excitedly exclaimed her anticipation of the next week’s church service where she would give her tithe. When Sabbath came and the offering plate passed by her, she dropped one dime in and then a second one. In admiration, her dad inquired, “Why did you give two coins instead of one? Isn’t tithe one tenth?” The little girl replied, “No, daddy, one-tenth belongs to Him and I can’t give to the Lord what is His, so if I give Him anything, I must give Him some of what is mine” (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 37).

Perhaps giving is better described as God’s tithes and the believers’ offerings. Paul says that everyone should give in accordance with one’s prosperity (1 Cor. 16:2). Tithes should be the Christian baseline of giving. Tithe acknowledges God’s ownership of everything. Offerings should acknowledge God’s blessings to you.

Today’s offering will be used for upkeep on our church and for reaching our community for Christ.


2016-08-27

Author: Nelson Silva

Video Presenter:

En 2 Chroniques chapitre 20 se trouve une histoire intéressante et étonnante. Le roi Josaphat de Juda faisait face à une crise terrifiante. Une grande multitude d’ennemis venait faire la guerre à son petit royaume. Le roi s’était préparé pendant des années en renforçant son armée et en fortifiant ses villes. Mais, pour cette crise, il ne dépendait pas de ses propres forces mais de la puissance de Dieu.

Alors Josaphat se disposa à chercher l’Éternel et il déclara un jeûne pour tout Juda. Le peuple se rassembla et le roi pria: “Nous n’avons aucune puissance de vaincre cette multitude qui est contre nous, nous ne savons pas quoi faire, mais fixons nos yeux vers toi.”

Alors l’esprit de l’Éternel saisit un homme de Dieu et dit : “Ne craignez point et ne vous effrayez point devant cette multitude nombreuse, car ce ne sera pas vous qui combattrez, ce sera Dieu… Vous n’aurez point à combattre en cette affaire. Présentez-vous, tenez-vous là, et vous verrez la délivrance que l’Éternel vous accordera” (2 Chroniques 20.15, 17). Le lendemain matin, le roi exhorta son peuple “Confiez-vous en l’Éternel, votre Dieu, et vous serez affermis; confiez-vous en ses prophètes, et vous réussirez” (vs. 20). Puis, la chorale commença à chanter et leurs ennemis se détruisirent les uns les autres et personne n’échappa.

Appel : Aujourd’hui, nous faisons face à de grands défis. L’ennemi fait tout son mieux pour compliquer les choses pour nous et pour l’oeuvre de Dieu. Confions-nous à Dieu et donnons pour soutenir son oeuvre dans ce monde.

Author: Nelson Silva

Video Presenter:

Certa vez, uma mulher disse a seu marido: “Preciso de um pouco de dinheiro”, ao que o marido respondeu: “Quão pouco você quer?”

Isso reflete a atitude de alguns crentes ao dar. Alguns cristãos argumentam que o dízimo é uma prática legalista do Antigo Testamento. Eles parecem ignorar as muitas referências ao dízimo no Novo Testamento. Jesus afirmou a prática do dízimo (Mt.23:23) e Paulo fez alusão a ele (1Cor.9:13-14; 16:2). Independentemente disso, essa atitude negativa em relação dízimo mais parece ser uma questão de cobiça do que de legalismo. Qual o mínimo que Deus vai aceitar?

Certa vez, uma garota recebeu uma moeda de prata e pediu ao pai para trocá-la por moedas de dez centavos. Feliz, ela demonstrou sua expectativa pelo culto da próxima semana onde ela iria devolver o dízimo. Quando o sábado chegou e a salva das ofertas passou por ela, ela colocou uma moeda de dez centavos e, em seguida, uma segunda moeda. Admirado, seu pai perguntou: “Por que você deu duas moedas em vez de uma? Dízimo não é um décimo?” A menina respondeu: “Não, papai, um décimo pertence a Deus e eu não posso dar ao Senhor o que já é dEle, então se eu quero Lhe dar qualquer coisa, devo dar do que é meu” (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold - Seu Deus e Seu Ouro, 37).

Talvez o ato de dar seja melhor descrito como o dízimo de Deus e as ofertas dos cristãos. Paulo diz que todos devem dar de acordo com sua própria prosperidade (1Cor.16:2). Os dízimos devem ser a base cristã das doações. O dízimo é o reconhecimento de que tudo é propriedade de Deus. As ofertas são reconhecimento das bênçãos de Deus por você.

A oferta de hoje será usada para manutenção de nossa igreja e para alcançar nossa comunidade para Cristo.

Author: Nelson Silva

Video Presenter: Tania Hernandez


PRESENTER: Tania Hernandez
Una mujer le dijo a su esposo que necesitaba un poco de dinero, a lo cual él respondió: “¿Cuán poco necesitas?”

Así es la actitud de muchos creyentes hacia el tema de la dadivosidad. Algunos cristianos argumentan que el diezmo es una práctica legalista del Antiguo Testamento. Al parecer ellos ignoran las múltiples alusiones al diezmo en el Nuevo Testamento. Jesús lo mencionó en Mateo 23:23, y Pablo lo reafirmó en 1 Corintios 9:13, 14 y 16:2. De cualquier modo, esta actitud negativa hacia el diezmo pareciera ser un problema de codicia en vez de legalismo. ¿Cuán poco aceptará Dios?

Una niña que había recibido un dólar le pidió a su papá que se lo cambiara por monedas de diez centavos. No veía la hora de que llegara el siguiente sábado para poder dar su diezmo. Cuando el plato de la ofrenda estuvo frente a ella dejó caer una moneda primero y otra después. Con admiración, su papa le preguntó: “¿Por qué diste dos monedas en vez de una? ¿No es el diezmo la décima parte? La niñita respondió: “No papá, un décimo pertenece a Dios y no puedo darle a Dios de lo que es suyo. De tal forma que si voy a darle algo a Dios tiene que ser de lo que es mío”. (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 37).

Quizás describimos mejor la dadivosidad si decimos que tiene dos partes: los diezmos de Dios y las ofrendas de los creyentes. Pablo dice que cada uno debe dar de acuerdo a como haya prosperado (1 Cor. 16:2). Los diezmos deberían ser el comienzo de la dadivosidad del cristiano. El diezmo reconoce a Dios como el dueño de todo. Las ofrendas reconocen las bendiciones de Dios para cada uno de nosotros.

Las ofrendas de hoy serán usadas para el mantenimiento de nuestra iglesia y para alcanzar a nuestra comunidad para Cristo.

Author: Nelson Silva

Video Presenter: Tania Hernandez


PRESENTER: Tania Hernandez
Una mujer le dijo a su esposo que necesitaba un poco de dinero, a lo cual él respondió: “¿Cuán poco necesitas?”

Así es la actitud de muchos creyentes hacia el tema de la dadivosidad. Algunos cristianos argumentan que el diezmo es una práctica legalista del Antiguo Testamento. Al parecer ellos ignoran las múltiples alusiones al diezmo en el Nuevo Testamento. Jesús lo mencionó en Mateo 23:23, y Pablo lo reafirmó en 1 Corintios 9:13, 14 y 16:2. De cualquier modo, esta actitud negativa hacia el diezmo pareciera ser un problema de codicia en vez de legalismo. ¿Cuán poco aceptará Dios?

Una niña que había recibido un dólar le pidió a su papá que se lo cambiara por monedas de diez centavos. No veía la hora de que llegara el siguiente sábado para poder dar su diezmo. Cuando el plato de la ofrenda estuvo frente a ella dejó caer una moneda primero y otra después. Con admiración, su papa le preguntó: “¿Por qué diste dos monedas en vez de una? ¿No es el diezmo la décima parte? La niñita respondió: “No papá, un décimo pertenece a Dios y no puedo darle a Dios de lo que es suyo. De tal forma que si voy a darle algo a Dios tiene que ser de lo que es mío”. (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 37).

Quizás describimos mejor la dadivosidad si decimos que tiene dos partes: los diezmos de Dios y las ofrendas de los creyentes. Pablo dice que cada uno debe dar de acuerdo a como haya prosperado (1 Cor. 16:2). Los diezmos deberían ser el comienzo de la dadivosidad del cristiano. El diezmo reconoce a Dios como el dueño de todo. Las ofrendas reconocen las bendiciones de Dios para cada uno de nosotros.

Las ofrendas de hoy serán usadas para el mantenimiento de nuestra iglesia y para alcanzar a nuestra comunidad para Cristo.