Local Church Budget

August 6, 2016

Available Language(s):

Author: Nelson Silva

Video Presenter: Ernesto Castillo


PRESENTER: Ernesto Castillo

What does money say about a person? “We may not give money away, but money will give us away…. If a man is after money, he is money-mad; if he keeps it, he is a capitalist; if he spends it, he is a playboy; if he doesn’t get money, he is a ne’er-do-well; if he doesn’t try to get it, he lacks ambition; and if he accumulates it after a lifetime of hard work, people call him a fool who never got anything out of life” (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 12–13).

Although an exaggeration, the paragraph above reflects a lot of truth. A person’s overall expenditures reflect where their interest is. Jesus said it best, “For where your treasure is, there you heart will be also” (Matt. 6:21).

Many years ago in China, citizens of a town were in fearful expectation of an enemy army invasion. Soon, soldiers would go door-to-door getting anything they could grab. Many, in desperation, sought refuge in a mission compound run by English missionaries. Knowing what the soldiers were after, the missionaries welcomed refugees with nothing of value on them. Greedy soldiers would take the missionaries’ word when declaring that the compound was a place of poverty.

Sadly, many citizens walked away from safety because they couldn’t part from their jewels, silks, or silver. They were mastered by money (ibid., 19, 20). Today, believers have an opportunity to serve the Lord by depositing treasures in heaven. “For where your treasure is, there your heart will be also” (Luke 12:34). May your heart and treasure be in heaven today and always. Today’s offering will bless our church’s local outreach.




2016-08-06

Author: Nelson Silva

Video Presenter:

Apporter un don à Dieu qui n’a besoin de rien semblerait plutôt absurde pour quelqu'un qui n’est pas familier avec la Bible. Qu’est-ce qui manque à Dieu ? Que désire-t-il ? Puisque Dieu est le propriétaire de tout et qu’il n'a pas besoin de notre aide lorsqu'il a faim, que pourrions-nous éventuellement lui donner qui pourrait satisfaire tout besoin ?

Le roi David posa la même question : “Comment rendrai-je à l’Éternel tous ses bienfaits envers moi ?” (Psaumes 116.12). Il répond à la question en acceptant le don du salut et en s’engageant à être fidèle dans ses voeux — dîme et offrandes — qu'il a payées en présence du peuple de Dieu dans la maison du Seigneur.

Mais il y a trois bonnes raisons qui nous poussent à apporter nos offrandes à Dieu. Tout d'abord, puisqu'il n'a pas besoin d'argent, Dieu utilise nos dons pour soutenir des projets et des personnes qui lui sont chers — comme aider les pauvres. En fait, Il dit que lorsque nous aidons les pauvres, c’est vraiment Lui que nous aidons.

La seconde raison pour laquelle Jésus a besoin de nos dons est pour faire progresser son oeuvre sur la terre — soutenir son église. L'Église est très précieuse pour Dieu. Il a dépensé beaucoup de son capital personnel en fournissant des dirigeants pour son église et en faisant des dons pour la soutenir. La troisième raison qui pousse Dieu à accepter nos dons est pour qu’Il puisse nous bénir. “Donnez, et il vous sera donné” (Luc 6.38).

Appel : Alors que nous retournons notre dîme et nos offrandes, remercions Dieu de ce que nous pouvons avoir une part dans ses plans pour la terre. Nous travaillons ensemble avec Dieu !

Author: Nelson Silva

Video Presenter:

O que o dinheiro diz sobre uma pessoa? “Nós não podemos nos livrar de nosso dinheiro, mas o dinheiro pode se livrar de nós. Se um homem corre atrás de dinheiro, ele é dinheirista; se guarda o dinheiro, é um capitalista; se ele gasta o dinheiro, é um playboy; se não consegue dinheiro, é um derrotado na vida; se ele não vai atrás do dinheiro, não tem ambição e se ele guarda o dinheiro que acumulou em uma vida de trabalho duro, as pessoas vão chamá-lo de tolo porque nunca fez nada de bom na vida” (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold - Seu Deus e Seu Ouro, 12-13).

Apesar do exagero, o parágrafo acima contém muita verdade. Os gastos de uma pessoa refletem seu lugar de interesse. Jesus afirmou conclusivamente: “Porque, onde está o teu tesouro, aí estará também o teu coração” (Mt.6:21).

Muitos anos atrás na China, os cidadãos de uma cidade viviam a terrível expectativa de uma invasão do exército inimigo. Logo, os soldados passariam de porta em porta pegando tudo o que pudessem levar. Muitos, em desespero, procuraram refúgio em uma missão dirigida por missionários ingleses. Sabendo o que os soldados estavam buscando, os missionários acolheram os refugiados que não carregavam nada de valor. Os gananciosos soldados aceitariam a palavra dos missionários ao declarar que aquele era um lugar de pobreza.

Infelizmente, muitos cidadãos abandonaram aquele local seguro porque não podiam se separar de suas joias, sedas ou prata. Eles eram dirigidos pelo dinheiro (ibid., 19, 20). Hoje, os cristãos têm a oportunidade de servir ao Senhor depositando seus tesouros no Céu. “Porque, onde está o vosso tesouro, aí estará também o vosso coração” (Lc.12:34). Que o seu coração e tesouro estejam no Céu hoje e sempre. A oferta de hoje promoverá o evangelismo de nossa igreja local.

Author: Nelson Silva

Video Presenter: Lourdes Acuna


PRESENTER: Lourdes Acuna
¿Qué dice el dinero sobre una persona? “Quizás no regalemos dinero a otros, pero el dinero nos revela frente a otros… Si alguien persigue al dinero, se dice que está loco por el dinero; si lo ahorra, se lo considera un capitalista; si lo gasta, es considerado un jugador; si no gana dinero, es considerado un vagabundo; si no trabaja duro para ganarlo, es considerado como alguien sin ambición; y si lo acumula después de una vida de trabajo arduo, la gente lo considera un necio porque no aprovechó la vida” (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 12, 13).

A pesar de ser una exageración, el párrafo anterior refleja mucha verdad. La forma como una persona gasta su dinero muestra donde está lo que le interesa más. Jesús lo dijo mejor: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mat. 6:21).

Muchos años atrás en la China, los ciudadanos de un pueblo esperaban con angustia la invasión del ejército enemigo. Pronto, los soldados irían de puerta en puerta apropiándose de todo lo que pudieran. Muchos, con desesperación, buscaron refugio en un recinto manejado por misioneros ingleses. Sabiendo lo que los soldados estaban buscando, los misioneros recibieron las cosas para que la gente no tuviera nada de valor con ellos. Los codiciosos soldados tomarían la palabra de los misioneros cuando declararían que el recinto era un lugar de pobreza.

Tristemente, muchos ciudadanos rechazaron estar a salvo con los misioneros porque no podían soltar sus joyas, seda o plata; estaban dominados por el dinero (Ibid., 19, 20). Hoy en día, los creyentes tienen la oportunidad de servir al Señor depositando tesoros en el cielo. “Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Luc. 12:34). Que nuestros corazones y tesoros estén en el cielo hoy y siempre. Las ofrendas de hoy serán una bendición para alcanzar a otros en el ámbito local.

Author: Nelson Silva

Video Presenter: Lourdes Acuna


PRESENTER: Lourdes Acuna
¿Qué dice el dinero sobre una persona? “Quizás no regalemos dinero a otros, pero el dinero nos revela frente a otros… Si alguien persigue al dinero, se dice que está loco por el dinero; si lo ahorra, se lo considera un capitalista; si lo gasta, es considerado un jugador; si no gana dinero, es considerado un vagabundo; si no trabaja duro para ganarlo, es considerado como alguien sin ambición; y si lo acumula después de una vida de trabajo arduo, la gente lo considera un necio porque no aprovechó la vida” (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 12, 13).

A pesar de ser una exageración, el párrafo anterior refleja mucha verdad. La forma como una persona gasta su dinero muestra donde está lo que le interesa más. Jesús lo dijo mejor: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mat. 6:21).

Muchos años atrás en la China, los ciudadanos de un pueblo esperaban con angustia la invasión del ejército enemigo. Pronto, los soldados irían de puerta en puerta apropiándose de todo lo que pudieran. Muchos, con desesperación, buscaron refugio en un recinto manejado por misioneros ingleses. Sabiendo lo que los soldados estaban buscando, los misioneros recibieron las cosas para que la gente no tuviera nada de valor con ellos. Los codiciosos soldados tomarían la palabra de los misioneros cuando declararían que el recinto era un lugar de pobreza.

Tristemente, muchos ciudadanos rechazaron estar a salvo con los misioneros porque no podían soltar sus joyas, seda o plata; estaban dominados por el dinero (Ibid., 19, 20). Hoy en día, los creyentes tienen la oportunidad de servir al Señor depositando tesoros en el cielo. “Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Luc. 12:34). Que nuestros corazones y tesoros estén en el cielo hoy y siempre. Las ofrendas de hoy serán una bendición para alcanzar a otros en el ámbito local.