Local Church Budget
March 5, 2016
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Video Presenter: Lourdes Acuna
PRESENTER: Lourdes Acuna
“¿Como está joven?” El señor Trotta saludó a Arnoldo en una forma amistosa. “¿Te trata bien mi hijo?”
Arnoldo tenía 17 anos de edad y estaba muy agradecido por el trabajo de medio tiempo en la compañía del hijo del señor Trotta. La paga no era muy buena, pero el horario no interrumpía sus actividades en la universidad; además estaba aprendiendo nuevas cosas que le ayudarían en el futuro.
“¿Cuanto te paga mi hijo?” preguntó el Señor Trotta con una expresión seria en sus ojos. La respuesta de Arnoldo hizo fruncir el ceño del hombre. “¡Eso no es suficiente para cubrir tus gastos de venir hasta aquí!” Arnoldo bajó sus ojos. Él no quería hacer enojar a su jefe o al padre de su jefe.
Arnoldo pensó sobre su ingreso. A pesar de ser poco, estaba contento de darle a Dios un doble diezmo cada sábado. Parecía que el salario era muy magro, pero siempre tenía dinero de sobra. Arnoldo sabía que Dios bendeciría su fidelidad y le daría suficiente para suplir sus necesidades. A medida que consideraba la pregunta que el padre de su jefe le había hecho, se dio cuenta del milagro que Dios estaba creando en su vida y la verdad de Malaquías 3:30: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
Dios invita a los creyentes a probarlo hoy; probar que Él lo bendecirá cuando sea fiel en el pago de sus diezmos y ofrendas.
Arnoldo tenía 17 anos de edad y estaba muy agradecido por el trabajo de medio tiempo en la compañía del hijo del señor Trotta. La paga no era muy buena, pero el horario no interrumpía sus actividades en la universidad; además estaba aprendiendo nuevas cosas que le ayudarían en el futuro.
“¿Cuanto te paga mi hijo?” preguntó el Señor Trotta con una expresión seria en sus ojos. La respuesta de Arnoldo hizo fruncir el ceño del hombre. “¡Eso no es suficiente para cubrir tus gastos de venir hasta aquí!” Arnoldo bajó sus ojos. Él no quería hacer enojar a su jefe o al padre de su jefe.
Arnoldo pensó sobre su ingreso. A pesar de ser poco, estaba contento de darle a Dios un doble diezmo cada sábado. Parecía que el salario era muy magro, pero siempre tenía dinero de sobra. Arnoldo sabía que Dios bendeciría su fidelidad y le daría suficiente para suplir sus necesidades. A medida que consideraba la pregunta que el padre de su jefe le había hecho, se dio cuenta del milagro que Dios estaba creando en su vida y la verdad de Malaquías 3:30: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
Dios invita a los creyentes a probarlo hoy; probar que Él lo bendecirá cuando sea fiel en el pago de sus diezmos y ofrendas.
Video Presenter: Lourdes Acuna
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“¿Como está joven?” El señor Trotta saludó a Arnoldo en una forma amistosa. “¿Te trata bien mi hijo?”
Arnoldo tenía 17 anos de edad y estaba muy agradecido por el trabajo de medio tiempo en la compañía del hijo del señor Trotta. La paga no era muy buena, pero el horario no interrumpía sus actividades en la universidad; además estaba aprendiendo nuevas cosas que le ayudarían en el futuro.
“¿Cuanto te paga mi hijo?” preguntó el Señor Trotta con una expresión seria en sus ojos. La respuesta de Arnoldo hizo fruncir el ceño del hombre. “¡Eso no es suficiente para cubrir tus gastos de venir hasta aquí!” Arnoldo bajó sus ojos. Él no quería hacer enojar a su jefe o al padre de su jefe.
Arnoldo pensó sobre su ingreso. A pesar de ser poco, estaba contento de darle a Dios un doble diezmo cada sábado. Parecía que el salario era muy magro, pero siempre tenía dinero de sobra. Arnoldo sabía que Dios bendeciría su fidelidad y le daría suficiente para suplir sus necesidades. A medida que consideraba la pregunta que el padre de su jefe le había hecho, se dio cuenta del milagro que Dios estaba creando en su vida y la verdad de Malaquías 3:30: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
Dios invita a los creyentes a probarlo hoy; probar que Él lo bendecirá cuando sea fiel en el pago de sus diezmos y ofrendas.
Arnoldo tenía 17 anos de edad y estaba muy agradecido por el trabajo de medio tiempo en la compañía del hijo del señor Trotta. La paga no era muy buena, pero el horario no interrumpía sus actividades en la universidad; además estaba aprendiendo nuevas cosas que le ayudarían en el futuro.
“¿Cuanto te paga mi hijo?” preguntó el Señor Trotta con una expresión seria en sus ojos. La respuesta de Arnoldo hizo fruncir el ceño del hombre. “¡Eso no es suficiente para cubrir tus gastos de venir hasta aquí!” Arnoldo bajó sus ojos. Él no quería hacer enojar a su jefe o al padre de su jefe.
Arnoldo pensó sobre su ingreso. A pesar de ser poco, estaba contento de darle a Dios un doble diezmo cada sábado. Parecía que el salario era muy magro, pero siempre tenía dinero de sobra. Arnoldo sabía que Dios bendeciría su fidelidad y le daría suficiente para suplir sus necesidades. A medida que consideraba la pregunta que el padre de su jefe le había hecho, se dio cuenta del milagro que Dios estaba creando en su vida y la verdad de Malaquías 3:30: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
Dios invita a los creyentes a probarlo hoy; probar que Él lo bendecirá cuando sea fiel en el pago de sus diezmos y ofrendas.