Union Designated
January 30, 2016
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Video Presenter: Yvonne Restrepo
PRESENTER: Yvonne Restrepo
Una niña estaba muy feliz pensando en las zapatillas que iba a comprarle a su papá. El maestro un poco sorprendido le preguntó: “¿Como vas a ganar el dinero para comprar esas zapatillas? La niñita le respondió: “Mi padre me dará el dinero”, a lo que el maestro reflexionó: “Entonces tu padre esta pagando por su propio regalo”.
Los creyentes se engañan a sí mismos si piensan que al devolver los diezmos le hacen un favor a Dios. El Creador de este mundo no tiene necesidad de los regalos insignificantes de los creyentes. Después de todo, Él creó y sostiene el universo completo. Este pensamiento fue muy bien expresado en este antiguo himno:
"Te devolvemos lo que es tuyo,
cualquiera sea el regalo;
todo lo que tengo es solo tuyo,
tú me lo has encomendado."
– William W. How
Considere las palabras del siguiente poema a medida que impulsa su dadivosidad. Estas palabras ponen en perspectiva la relación entre Dios, el creyente y la mayordomía.
Nueve para mí y uno para el Señor;
de alguna forma eso pareciera muy pequeño.
Cuando pienso como Él no tomó en cuenta el costo
pero libremente lo vertió todo.
¿Debería dejar de dar un décimo,
cuando Él se ha dado a sí mismo–
un regalo sin precio– para mí?
(Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 53).
Los creyentes se engañan a sí mismos si piensan que al devolver los diezmos le hacen un favor a Dios. El Creador de este mundo no tiene necesidad de los regalos insignificantes de los creyentes. Después de todo, Él creó y sostiene el universo completo. Este pensamiento fue muy bien expresado en este antiguo himno:
"Te devolvemos lo que es tuyo,
cualquiera sea el regalo;
todo lo que tengo es solo tuyo,
tú me lo has encomendado."
– William W. How
Considere las palabras del siguiente poema a medida que impulsa su dadivosidad. Estas palabras ponen en perspectiva la relación entre Dios, el creyente y la mayordomía.
Nueve para mí y uno para el Señor;
de alguna forma eso pareciera muy pequeño.
Cuando pienso como Él no tomó en cuenta el costo
pero libremente lo vertió todo.
¿Debería dejar de dar un décimo,
cuando Él se ha dado a sí mismo–
un regalo sin precio– para mí?
(Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 53).
Video Presenter: Yvonne Restrepo
PRESENTER: Yvonne Restrepo
Una niña estaba muy feliz pensando en las zapatillas que iba a comprarle a su papá. El maestro un poco sorprendido le preguntó: “¿Como vas a ganar el dinero para comprar esas zapatillas? La niñita le respondió: “Mi padre me dará el dinero”, a lo que el maestro reflexionó: “Entonces tu padre esta pagando por su propio regalo”.
Los creyentes se engañan a sí mismos si piensan que al devolver los diezmos le hacen un favor a Dios. El Creador de este mundo no tiene necesidad de los regalos insignificantes de los creyentes. Después de todo, Él creó y sostiene el universo completo. Este pensamiento fue muy bien expresado en este antiguo himno:
"Te devolvemos lo que es tuyo,
cualquiera sea el regalo;
todo lo que tengo es solo tuyo,
tú me lo has encomendado."
– William W. How
Considere las palabras del siguiente poema a medida que impulsa su dadivosidad. Estas palabras ponen en perspectiva la relación entre Dios, el creyente y la mayordomía.
Nueve para mí y uno para el Señor;
de alguna forma eso pareciera muy pequeño.
Cuando pienso como Él no tomó en cuenta el costo
pero libremente lo vertió todo.
¿Debería dejar de dar un décimo,
cuando Él se ha dado a sí mismo–
un regalo sin precio– para mí?
(Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 53).
Los creyentes se engañan a sí mismos si piensan que al devolver los diezmos le hacen un favor a Dios. El Creador de este mundo no tiene necesidad de los regalos insignificantes de los creyentes. Después de todo, Él creó y sostiene el universo completo. Este pensamiento fue muy bien expresado en este antiguo himno:
"Te devolvemos lo que es tuyo,
cualquiera sea el regalo;
todo lo que tengo es solo tuyo,
tú me lo has encomendado."
– William W. How
Considere las palabras del siguiente poema a medida que impulsa su dadivosidad. Estas palabras ponen en perspectiva la relación entre Dios, el creyente y la mayordomía.
Nueve para mí y uno para el Señor;
de alguna forma eso pareciera muy pequeño.
Cuando pienso como Él no tomó en cuenta el costo
pero libremente lo vertió todo.
¿Debería dejar de dar un décimo,
cuando Él se ha dado a sí mismo–
un regalo sin precio– para mí?
(Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 53).