Local Church Budget
July 19, 2014
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Video Presenter: Ernie Castillo
PRESENTER: Ernie Castillo
Poner Primero a Dios – La sequía había causado estragos en la tierra. Los arroyos y ríos estaban secos. El verdor de la vegetación, mustia bajo el caliente sol. Los suministros de alimentos se estaban terminando rápidamente. El hambre no tardaría en ser el destino de la viuda de Sarepta y su hijo.
Mientras enfrentaba esta tremenda prueba, se le acercó el profeta Elías, quien le pidió alimento y agua. Elías le dijo, “pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.” Dios estaba probando a esta viuda. Ella y su pequeño hijo enfrentaban hambre; sin embargo, esta promesa le fue dada a ella, sí obedecía la voz de Elías. Si ella le daba a Dios el primer lugar, "La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.” La viuda obedeció la voz de Dios; en consecuencia, la viuda y su hijo fueron cuidados durante toda la sequía (ver 1Reyes 17:9-17).
Estimados amigos cristianos, esta promesa es tan buena hoy, como lo fue entonces. Si recordamos a Dios y le damos el primer lugar, El ha prometido cuidar de nosotros, no importa cuán duras sean nuestras pruebas. Al dar para su causa semana a semana, debemos recordar poner a Dios primero.
Mientras enfrentaba esta tremenda prueba, se le acercó el profeta Elías, quien le pidió alimento y agua. Elías le dijo, “pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.” Dios estaba probando a esta viuda. Ella y su pequeño hijo enfrentaban hambre; sin embargo, esta promesa le fue dada a ella, sí obedecía la voz de Elías. Si ella le daba a Dios el primer lugar, "La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.” La viuda obedeció la voz de Dios; en consecuencia, la viuda y su hijo fueron cuidados durante toda la sequía (ver 1Reyes 17:9-17).
Estimados amigos cristianos, esta promesa es tan buena hoy, como lo fue entonces. Si recordamos a Dios y le damos el primer lugar, El ha prometido cuidar de nosotros, no importa cuán duras sean nuestras pruebas. Al dar para su causa semana a semana, debemos recordar poner a Dios primero.
Video Presenter: Ernie Castillo
PRESENTER: Ernie Castillo
Poner Primero a Dios – La sequía había causado estragos en la tierra. Los arroyos y ríos estaban secos. El verdor de la vegetación, mustia bajo el caliente sol. Los suministros de alimentos se estaban terminando rápidamente. El hambre no tardaría en ser el destino de la viuda de Sarepta y su hijo.
Mientras enfrentaba esta tremenda prueba, se le acercó el profeta Elías, quien le pidió alimento y agua. Elías le dijo, “pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.” Dios estaba probando a esta viuda. Ella y su pequeño hijo enfrentaban hambre; sin embargo, esta promesa le fue dada a ella, sí obedecía la voz de Elías. Si ella le daba a Dios el primer lugar, "La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.” La viuda obedeció la voz de Dios; en consecuencia, la viuda y su hijo fueron cuidados durante toda la sequía (ver 1Reyes 17:9-17).
Estimados amigos cristianos, esta promesa es tan buena hoy, como lo fue entonces. Si recordamos a Dios y le damos el primer lugar, El ha prometido cuidar de nosotros, no importa cuán duras sean nuestras pruebas. Al dar para su causa semana a semana, debemos recordar poner a Dios primero.
Mientras enfrentaba esta tremenda prueba, se le acercó el profeta Elías, quien le pidió alimento y agua. Elías le dijo, “pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.” Dios estaba probando a esta viuda. Ella y su pequeño hijo enfrentaban hambre; sin embargo, esta promesa le fue dada a ella, sí obedecía la voz de Elías. Si ella le daba a Dios el primer lugar, "La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.” La viuda obedeció la voz de Dios; en consecuencia, la viuda y su hijo fueron cuidados durante toda la sequía (ver 1Reyes 17:9-17).
Estimados amigos cristianos, esta promesa es tan buena hoy, como lo fue entonces. Si recordamos a Dios y le damos el primer lugar, El ha prometido cuidar de nosotros, no importa cuán duras sean nuestras pruebas. Al dar para su causa semana a semana, debemos recordar poner a Dios primero.