Author: NAD Stewardship
Este fin de semana estamos reflexionando en el mayor de los sacrificios en favor de la humanidad. Jesús amó tanto al mundo que dio todo lo que tenía por medio de su vida, muerte y resurrección, cuando nosotros merecíamos la muerte. Pagó nuestro rescate para redimirnos de las consecuencias de nuestras elecciones. Sufrió enormemente, a fin de que pudiésemos experimentar gozo eterno. Y alabado sea Dios pues continúa ministrando en nuestro favor. ¡Qué Salvador!
Hoy tenemos la oportunidad de devolver. Más importante que todos los sacrificios quemados y las ofrendas[1], Jesús anhela que le dediquemos enteramente nuestros corazones; y es en este momento del culto divino cuando podemos mostrarle nuestro amor al devolverle sus diezmos y nuestras ofrendas.
Oremos “Señor, somos indignos y rebeldes. Sin embargo, fue por tu amor por nosotros que viniste a pagar el terrible precio para que nos fuese posible vivir contigo, en tu presencia por la eternidad. Gracias por todo lo que has hecho y continúas haciendo por nosotros. Por favor bendice estas ofrendas que te traemos, Todo lo rogamos en el nombre de Jesús, Amén.”
[1] Marcos 12:33