Local Church Budget
August 20, 2016
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Video Presenter: Yvonne Restrepo
PRESENTER: Yvonne Restrepo
Los seres humanos fueron creados para adorar a algo. No es de asombrarse que los Diez Mandamientos comiencen diciendo “No tendrás dioses ajenos delante de mí” y terminen con “No codiciarás” (Éx. 20:3, 17). La codicia es definida como “el deseo de tener más”. El dinero, al igual que los dioses, recibe muchos nombres. Ya en 1890, algunos eruditos identificaron nada menos que 130 expresiones en inglés para referirse al dinero. (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 18)
Algunas personas harían casi cualquier cosa por dinero. La Biblia ilustra este tema: Judas vendió a Jesús por 30 piezas de plata. Simón el mago ofreció dinero a Pedro para comprar el Espíritu Santo, y Félix mantuvo a Pablo en la cárcel con la esperanza de recibir dinero para liberarlo. El dinero en sí es neutral; es solamente una forma de intercambio. Puede ser usado para poner en práctica la regla de oro o para dominar el oro.
En el año 1848, durante la fiebre de oro de California, cerca de 400 millones de dólares fueron inyectados en la economía de los Estados Unidos. Providencialmente surgió en muchas denominaciones un interés en mayordomía, como un antídoto a la codicia, esto produjo un reavivamiento enfocado en la dadivosidad hacia las misiones. “El dinero invertido en proyectos espirituales provee una entrada hacia una vida más abundante” (Ibid., 16, 17).
El creyente es transformado a través de la contemplación. Que Dios sea el único que contemplemos como seguidores de Cristo. Que el talento de hacer dinero que Dios nos ha dado sea usado para el avance de su reino local o regionalmente y hasta los confines del mundo.
Las ofrendas de hoy serán dedicadas para el presupuesto local, lo cual ayudará a mantener nuestra iglesia aquí, al igual que financiará el poder alcanzar metas de testificación en nuestra comunidad.
Algunas personas harían casi cualquier cosa por dinero. La Biblia ilustra este tema: Judas vendió a Jesús por 30 piezas de plata. Simón el mago ofreció dinero a Pedro para comprar el Espíritu Santo, y Félix mantuvo a Pablo en la cárcel con la esperanza de recibir dinero para liberarlo. El dinero en sí es neutral; es solamente una forma de intercambio. Puede ser usado para poner en práctica la regla de oro o para dominar el oro.
En el año 1848, durante la fiebre de oro de California, cerca de 400 millones de dólares fueron inyectados en la economía de los Estados Unidos. Providencialmente surgió en muchas denominaciones un interés en mayordomía, como un antídoto a la codicia, esto produjo un reavivamiento enfocado en la dadivosidad hacia las misiones. “El dinero invertido en proyectos espirituales provee una entrada hacia una vida más abundante” (Ibid., 16, 17).
El creyente es transformado a través de la contemplación. Que Dios sea el único que contemplemos como seguidores de Cristo. Que el talento de hacer dinero que Dios nos ha dado sea usado para el avance de su reino local o regionalmente y hasta los confines del mundo.
Las ofrendas de hoy serán dedicadas para el presupuesto local, lo cual ayudará a mantener nuestra iglesia aquí, al igual que financiará el poder alcanzar metas de testificación en nuestra comunidad.
Video Presenter: Yvonne Restrepo
PRESENTER: Yvonne Restrepo
Los seres humanos fueron creados para adorar a algo. No es de asombrarse que los Diez Mandamientos comiencen diciendo “No tendrás dioses ajenos delante de mí” y terminen con “No codiciarás” (Éx. 20:3, 17). La codicia es definida como “el deseo de tener más”. El dinero, al igual que los dioses, recibe muchos nombres. Ya en 1890, algunos eruditos identificaron nada menos que 130 expresiones en inglés para referirse al dinero. (Leslie B. Flynn, Your God and Your Gold, 18)
Algunas personas harían casi cualquier cosa por dinero. La Biblia ilustra este tema: Judas vendió a Jesús por 30 piezas de plata. Simón el mago ofreció dinero a Pedro para comprar el Espíritu Santo, y Félix mantuvo a Pablo en la cárcel con la esperanza de recibir dinero para liberarlo. El dinero en sí es neutral; es solamente una forma de intercambio. Puede ser usado para poner en práctica la regla de oro o para dominar el oro.
En el año 1848, durante la fiebre de oro de California, cerca de 400 millones de dólares fueron inyectados en la economía de los Estados Unidos. Providencialmente surgió en muchas denominaciones un interés en mayordomía, como un antídoto a la codicia, esto produjo un reavivamiento enfocado en la dadivosidad hacia las misiones. “El dinero invertido en proyectos espirituales provee una entrada hacia una vida más abundante” (Ibid., 16, 17).
El creyente es transformado a través de la contemplación. Que Dios sea el único que contemplemos como seguidores de Cristo. Que el talento de hacer dinero que Dios nos ha dado sea usado para el avance de su reino local o regionalmente y hasta los confines del mundo.
Las ofrendas de hoy serán dedicadas para el presupuesto local, lo cual ayudará a mantener nuestra iglesia aquí, al igual que financiará el poder alcanzar metas de testificación en nuestra comunidad.
Algunas personas harían casi cualquier cosa por dinero. La Biblia ilustra este tema: Judas vendió a Jesús por 30 piezas de plata. Simón el mago ofreció dinero a Pedro para comprar el Espíritu Santo, y Félix mantuvo a Pablo en la cárcel con la esperanza de recibir dinero para liberarlo. El dinero en sí es neutral; es solamente una forma de intercambio. Puede ser usado para poner en práctica la regla de oro o para dominar el oro.
En el año 1848, durante la fiebre de oro de California, cerca de 400 millones de dólares fueron inyectados en la economía de los Estados Unidos. Providencialmente surgió en muchas denominaciones un interés en mayordomía, como un antídoto a la codicia, esto produjo un reavivamiento enfocado en la dadivosidad hacia las misiones. “El dinero invertido en proyectos espirituales provee una entrada hacia una vida más abundante” (Ibid., 16, 17).
El creyente es transformado a través de la contemplación. Que Dios sea el único que contemplemos como seguidores de Cristo. Que el talento de hacer dinero que Dios nos ha dado sea usado para el avance de su reino local o regionalmente y hasta los confines del mundo.
Las ofrendas de hoy serán dedicadas para el presupuesto local, lo cual ayudará a mantener nuestra iglesia aquí, al igual que financiará el poder alcanzar metas de testificación en nuestra comunidad.