Local Church Budget
May 21, 2016
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Video Presenter: Richie Silie
PRESENTER: Richie Silie
Randy Pausch, un profesor de Ciencia en Informática de la Universidad Carnegie Mellon, se hizo famoso en el 2007 cuando su “última charla” se convirtió en una sensación viral en Internet. El dio una charla sobre cómo vivir, cuando estaba muriendo de cáncer pancreático a la edad de 47 años.
El apóstol Pablo estuvo en una situación similar. No estaba enfermo, pero sabía que el ir a Jerusalén podría significar su muerte. Pablo tenía una última charla que dar: un mensaje para los líderes de la iglesia. Al final de su mensaje, Pablo resaltó dos principios importantes que habían sido ilustrados en su vida: el trabajo y la dadivosidad (Hech. 20:33, 34). Pablo creía que todo trabajador merece su salario (1 Tim. 5:18), y advirtió sobre la holgazanería cuando escribió: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tes. 3:10). Pablo mismo lo ejemplificó al trabajar haciendo tiendas, con el fin de no ser una carga para las iglesias (Hech. 18:3).
Pablo colocó primero la responsabilidad de ayudar a alguien en necesidad en el ámbito de la familia inmediata, y les advirtió que el no hacerlo los convertiría en peores que los no creyentes (1 Tim. 5:8). Las últimas palabras de Pablo a los ancianos de Éfeso fueron sobre la dadivosidad. Citó: “Mas bienaventurado es dar que recibir” (Hech. 20:35). A pesar de que estas palabras no se encuentras mencionadas literalmente en los Evangelios, resumen muy bien el ministerio de Jesús.
¡Que bendición es el poder trabajar para dar! Su ofrenda de hoy no solamente ayudará a mantener este edificio, sino también bendecirá a aquellos que están en necesidad. Pablo concluyó diciendo “Se debe ayudar a los necesitados” (Hech. 20:35).
El apóstol Pablo estuvo en una situación similar. No estaba enfermo, pero sabía que el ir a Jerusalén podría significar su muerte. Pablo tenía una última charla que dar: un mensaje para los líderes de la iglesia. Al final de su mensaje, Pablo resaltó dos principios importantes que habían sido ilustrados en su vida: el trabajo y la dadivosidad (Hech. 20:33, 34). Pablo creía que todo trabajador merece su salario (1 Tim. 5:18), y advirtió sobre la holgazanería cuando escribió: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tes. 3:10). Pablo mismo lo ejemplificó al trabajar haciendo tiendas, con el fin de no ser una carga para las iglesias (Hech. 18:3).
Pablo colocó primero la responsabilidad de ayudar a alguien en necesidad en el ámbito de la familia inmediata, y les advirtió que el no hacerlo los convertiría en peores que los no creyentes (1 Tim. 5:8). Las últimas palabras de Pablo a los ancianos de Éfeso fueron sobre la dadivosidad. Citó: “Mas bienaventurado es dar que recibir” (Hech. 20:35). A pesar de que estas palabras no se encuentras mencionadas literalmente en los Evangelios, resumen muy bien el ministerio de Jesús.
¡Que bendición es el poder trabajar para dar! Su ofrenda de hoy no solamente ayudará a mantener este edificio, sino también bendecirá a aquellos que están en necesidad. Pablo concluyó diciendo “Se debe ayudar a los necesitados” (Hech. 20:35).
Video Presenter: Richie Silie
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Randy Pausch, un profesor de Ciencia en Informática de la Universidad Carnegie Mellon, se hizo famoso en el 2007 cuando su “última charla” se convirtió en una sensación viral en Internet. El dio una charla sobre cómo vivir, cuando estaba muriendo de cáncer pancreático a la edad de 47 años.
El apóstol Pablo estuvo en una situación similar. No estaba enfermo, pero sabía que el ir a Jerusalén podría significar su muerte. Pablo tenía una última charla que dar: un mensaje para los líderes de la iglesia. Al final de su mensaje, Pablo resaltó dos principios importantes que habían sido ilustrados en su vida: el trabajo y la dadivosidad (Hech. 20:33, 34). Pablo creía que todo trabajador merece su salario (1 Tim. 5:18), y advirtió sobre la holgazanería cuando escribió: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tes. 3:10). Pablo mismo lo ejemplificó al trabajar haciendo tiendas, con el fin de no ser una carga para las iglesias (Hech. 18:3).
Pablo colocó primero la responsabilidad de ayudar a alguien en necesidad en el ámbito de la familia inmediata, y les advirtió que el no hacerlo los convertiría en peores que los no creyentes (1 Tim. 5:8). Las últimas palabras de Pablo a los ancianos de Éfeso fueron sobre la dadivosidad. Citó: “Mas bienaventurado es dar que recibir” (Hech. 20:35). A pesar de que estas palabras no se encuentras mencionadas literalmente en los Evangelios, resumen muy bien el ministerio de Jesús.
¡Que bendición es el poder trabajar para dar! Su ofrenda de hoy no solamente ayudará a mantener este edificio, sino también bendecirá a aquellos que están en necesidad. Pablo concluyó diciendo “Se debe ayudar a los necesitados” (Hech. 20:35).
El apóstol Pablo estuvo en una situación similar. No estaba enfermo, pero sabía que el ir a Jerusalén podría significar su muerte. Pablo tenía una última charla que dar: un mensaje para los líderes de la iglesia. Al final de su mensaje, Pablo resaltó dos principios importantes que habían sido ilustrados en su vida: el trabajo y la dadivosidad (Hech. 20:33, 34). Pablo creía que todo trabajador merece su salario (1 Tim. 5:18), y advirtió sobre la holgazanería cuando escribió: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tes. 3:10). Pablo mismo lo ejemplificó al trabajar haciendo tiendas, con el fin de no ser una carga para las iglesias (Hech. 18:3).
Pablo colocó primero la responsabilidad de ayudar a alguien en necesidad en el ámbito de la familia inmediata, y les advirtió que el no hacerlo los convertiría en peores que los no creyentes (1 Tim. 5:8). Las últimas palabras de Pablo a los ancianos de Éfeso fueron sobre la dadivosidad. Citó: “Mas bienaventurado es dar que recibir” (Hech. 20:35). A pesar de que estas palabras no se encuentras mencionadas literalmente en los Evangelios, resumen muy bien el ministerio de Jesús.
¡Que bendición es el poder trabajar para dar! Su ofrenda de hoy no solamente ayudará a mantener este edificio, sino también bendecirá a aquellos que están en necesidad. Pablo concluyó diciendo “Se debe ayudar a los necesitados” (Hech. 20:35).