Local Church Budget
April 18, 2015
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Video Presenter: José Cortéz, Sr.
PRESENTER: José Cortéz, Sr.
No hay culto sin ofrendas. Cuando un israelita quería mostrar la profundidad de su devoción a Dios, iba al corral a buscar los mejores corderos, y entonces se dirigía a ofrecerlos en el templo. Está escrito: “Ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno ofrecerá su don en proporción a la bendición que el Señor le haya dado” (Deut. 16:16, 17).
La ofrenda es la expresión material de la adoración, pero tristemente, no todo el que trae sus donativos está embargado de este sentimiento. En la historia de Caín y Abel encontramos la crónica de dos ofrendas: una que agradó y otra que desagradó a Dios. No es suficiente traer la ofrenda, es preciso que sea la auténtica expresión de nuestra adoración. Lo invito a presentar una ofrenda agradable, y a declarar con David: “Dad a Jehová la honra debida a su nombre; traed ofrendas y venid a sus atrios” (Sal. 96:8).
Oremos juntos: Querido Dios, gracias por aceptar la ofrenda que con amor te traemos como expresión de nuestra gratitud. Ruego que bendigas a la iglesia con un compromiso mundial de llevar tu palabra a cada nación, tribu, lengua y pueblo.
La ofrenda es la expresión material de la adoración, pero tristemente, no todo el que trae sus donativos está embargado de este sentimiento. En la historia de Caín y Abel encontramos la crónica de dos ofrendas: una que agradó y otra que desagradó a Dios. No es suficiente traer la ofrenda, es preciso que sea la auténtica expresión de nuestra adoración. Lo invito a presentar una ofrenda agradable, y a declarar con David: “Dad a Jehová la honra debida a su nombre; traed ofrendas y venid a sus atrios” (Sal. 96:8).
Oremos juntos: Querido Dios, gracias por aceptar la ofrenda que con amor te traemos como expresión de nuestra gratitud. Ruego que bendigas a la iglesia con un compromiso mundial de llevar tu palabra a cada nación, tribu, lengua y pueblo.
Video Presenter: José Cortéz, Sr.
PRESENTER: José Cortéz, Sr.
No hay culto sin ofrendas. Cuando un israelita quería mostrar la profundidad de su devoción a Dios, iba al corral a buscar los mejores corderos, y entonces se dirigía a ofrecerlos en el templo. Está escrito: “Ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno ofrecerá su don en proporción a la bendición que el Señor le haya dado” (Deut. 16:16, 17).
La ofrenda es la expresión material de la adoración, pero tristemente, no todo el que trae sus donativos está embargado de este sentimiento. En la historia de Caín y Abel encontramos la crónica de dos ofrendas: una que agradó y otra que desagradó a Dios. No es suficiente traer la ofrenda, es preciso que sea la auténtica expresión de nuestra adoración. Lo invito a presentar una ofrenda agradable, y a declarar con David: “Dad a Jehová la honra debida a su nombre; traed ofrendas y venid a sus atrios” (Sal. 96:8).
Oremos juntos: Querido Dios, gracias por aceptar la ofrenda que con amor te traemos como expresión de nuestra gratitud. Ruego que bendigas a la iglesia con un compromiso mundial de llevar tu palabra a cada nación, tribu, lengua y pueblo.
La ofrenda es la expresión material de la adoración, pero tristemente, no todo el que trae sus donativos está embargado de este sentimiento. En la historia de Caín y Abel encontramos la crónica de dos ofrendas: una que agradó y otra que desagradó a Dios. No es suficiente traer la ofrenda, es preciso que sea la auténtica expresión de nuestra adoración. Lo invito a presentar una ofrenda agradable, y a declarar con David: “Dad a Jehová la honra debida a su nombre; traed ofrendas y venid a sus atrios” (Sal. 96:8).
Oremos juntos: Querido Dios, gracias por aceptar la ofrenda que con amor te traemos como expresión de nuestra gratitud. Ruego que bendigas a la iglesia con un compromiso mundial de llevar tu palabra a cada nación, tribu, lengua y pueblo.