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March 7, 2015
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El valor del dinero
Salomón, el Rey Sabio, escribió: “El que ama el dinero no se saciará de dinero; y el que ama la riqueza no sacará fruto. También esto es vanidad” (Ecl. 5:10).
El valor verdadero del dinero se puede ver solamente en el contexto del reino de Dios. El dinero es solamente una herramienta o símbolo. Treinta piezas de plata compraron la traición de Judas (Mat. 26:15; 27:3-9). Treinta piezas de plata fueron arrojadas de vuelta a los pies de los que rechazaron al Salvador. Las dos blancas de una viuda, sin embargo, continúan estimulando un sinnúmero de regalos de gracia y amor. Nuestra actitud hacia el dinero es clave.
Si creemos que somos dueños del dinero que tenemos, entonces el dinero comienza a adueñarse de nosotros. Por eso dijo Jesús en Mateo 6:24: “No puedes servir a Dios y a la riquezas”. Nuestro manejo del dinero refleja nuestro andar con Dios. Nuestra chequera, tarjeta de crédito y estados de cuenta bancaria proclaman el lugar que Dios ocupa en nuestras vidas. El verdadero valor del dinero se mide solamente en el contexto de cuánto ayuda para la expansión del reino de Dios.
Salomón, el Rey Sabio, escribió: “El que ama el dinero no se saciará de dinero; y el que ama la riqueza no sacará fruto. También esto es vanidad” (Ecl. 5:10).
El valor verdadero del dinero se puede ver solamente en el contexto del reino de Dios. El dinero es solamente una herramienta o símbolo. Treinta piezas de plata compraron la traición de Judas (Mat. 26:15; 27:3-9). Treinta piezas de plata fueron arrojadas de vuelta a los pies de los que rechazaron al Salvador. Las dos blancas de una viuda, sin embargo, continúan estimulando un sinnúmero de regalos de gracia y amor. Nuestra actitud hacia el dinero es clave.
Si creemos que somos dueños del dinero que tenemos, entonces el dinero comienza a adueñarse de nosotros. Por eso dijo Jesús en Mateo 6:24: “No puedes servir a Dios y a la riquezas”. Nuestro manejo del dinero refleja nuestro andar con Dios. Nuestra chequera, tarjeta de crédito y estados de cuenta bancaria proclaman el lugar que Dios ocupa en nuestras vidas. El verdadero valor del dinero se mide solamente en el contexto de cuánto ayuda para la expansión del reino de Dios.
El valor del dinero
Salomón, el Rey Sabio, escribió: “El que ama el dinero no se saciará de dinero; y el que ama la riqueza no sacará fruto. También esto es vanidad” (Ecl. 5:10).
El valor verdadero del dinero se puede ver solamente en el contexto del reino de Dios. El dinero es solamente una herramienta o símbolo. Treinta piezas de plata compraron la traición de Judas (Mat. 26:15; 27:3-9). Treinta piezas de plata fueron arrojadas de vuelta a los pies de los que rechazaron al Salvador. Las dos blancas de una viuda, sin embargo, continúan estimulando un sinnúmero de regalos de gracia y amor. Nuestra actitud hacia el dinero es clave.
Si creemos que somos dueños del dinero que tenemos, entonces el dinero comienza a adueñarse de nosotros. Por eso dijo Jesús en Mateo 6:24: “No puedes servir a Dios y a la riquezas”. Nuestro manejo del dinero refleja nuestro andar con Dios. Nuestra chequera, tarjeta de crédito y estados de cuenta bancaria proclaman el lugar que Dios ocupa en nuestras vidas. El verdadero valor del dinero se mide solamente en el contexto de cuánto ayuda para la expansión del reino de Dios.
Salomón, el Rey Sabio, escribió: “El que ama el dinero no se saciará de dinero; y el que ama la riqueza no sacará fruto. También esto es vanidad” (Ecl. 5:10).
El valor verdadero del dinero se puede ver solamente en el contexto del reino de Dios. El dinero es solamente una herramienta o símbolo. Treinta piezas de plata compraron la traición de Judas (Mat. 26:15; 27:3-9). Treinta piezas de plata fueron arrojadas de vuelta a los pies de los que rechazaron al Salvador. Las dos blancas de una viuda, sin embargo, continúan estimulando un sinnúmero de regalos de gracia y amor. Nuestra actitud hacia el dinero es clave.
Si creemos que somos dueños del dinero que tenemos, entonces el dinero comienza a adueñarse de nosotros. Por eso dijo Jesús en Mateo 6:24: “No puedes servir a Dios y a la riquezas”. Nuestro manejo del dinero refleja nuestro andar con Dios. Nuestra chequera, tarjeta de crédito y estados de cuenta bancaria proclaman el lugar que Dios ocupa en nuestras vidas. El verdadero valor del dinero se mide solamente en el contexto de cuánto ayuda para la expansión del reino de Dios.