Local Church Budget
September 20, 2014
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Video Presenter: Ernie Castillo
PRESENTER: Ernie Castillo
En cierta ocasión Elena G. White habló en determinada iglesia en cuanto a la importancia de pagar el diezmo. “Cuando se presentó el pecado de robar a Dios, la gente recibió un concepto más claro de su deber y privilegio en este asunto. Un hermano dijo que durante dos años no había pagado sus diezmos, y que estaba desesperado; pero después de confesar su pecado, comenzó a cobrar esperanza. "¿Qué debo hacer?" -preguntó.
Le dije: "Entregue una promesa escrita al tesorero de la iglesia; eso tendrá valor formal".
El pensó que eso constituía un pedido más bien extraño, pero se sentó y comenzó a escribir: "Por valores recibidos, prometo pagar. . ." Levantó la cabeza como para preguntar: ¿Es ésta la forma adecuada de formular una promesa al Señor?
"Sí -continuó-, por valores recibidos. ¿Acaso no he estado recibiendo las bendiciones de Dios día tras día? ¿No me han protegido los ángeles? ¿No me ha bendecido el Señor con toda clase de bendiciones espirituales y temporales? Por valores recibidos, prometo pagar la suma de $571.50 dólares al tesorero de la iglesia". Después de haber realizado todo lo posible de su parte, se sintió feliz. Al cabo de pocos días había cumplido su promesa pagando los diezmos a la tesorería. (Consejos sobre mayordomía cristiana, pág. 100-101).
Dios todavía bendice a los que son fieles en devolver el diezmo a su iglesia. Vamos a decidir ser fieles mayordomos, al devolver el diezmo de Dios a su alfolí.
Le dije: "Entregue una promesa escrita al tesorero de la iglesia; eso tendrá valor formal".
El pensó que eso constituía un pedido más bien extraño, pero se sentó y comenzó a escribir: "Por valores recibidos, prometo pagar. . ." Levantó la cabeza como para preguntar: ¿Es ésta la forma adecuada de formular una promesa al Señor?
"Sí -continuó-, por valores recibidos. ¿Acaso no he estado recibiendo las bendiciones de Dios día tras día? ¿No me han protegido los ángeles? ¿No me ha bendecido el Señor con toda clase de bendiciones espirituales y temporales? Por valores recibidos, prometo pagar la suma de $571.50 dólares al tesorero de la iglesia". Después de haber realizado todo lo posible de su parte, se sintió feliz. Al cabo de pocos días había cumplido su promesa pagando los diezmos a la tesorería. (Consejos sobre mayordomía cristiana, pág. 100-101).
Dios todavía bendice a los que son fieles en devolver el diezmo a su iglesia. Vamos a decidir ser fieles mayordomos, al devolver el diezmo de Dios a su alfolí.
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En cierta ocasión Elena G. White habló en determinada iglesia en cuanto a la importancia de pagar el diezmo. “Cuando se presentó el pecado de robar a Dios, la gente recibió un concepto más claro de su deber y privilegio en este asunto. Un hermano dijo que durante dos años no había pagado sus diezmos, y que estaba desesperado; pero después de confesar su pecado, comenzó a cobrar esperanza. "¿Qué debo hacer?" -preguntó.
Le dije: "Entregue una promesa escrita al tesorero de la iglesia; eso tendrá valor formal".
El pensó que eso constituía un pedido más bien extraño, pero se sentó y comenzó a escribir: "Por valores recibidos, prometo pagar. . ." Levantó la cabeza como para preguntar: ¿Es ésta la forma adecuada de formular una promesa al Señor?
"Sí -continuó-, por valores recibidos. ¿Acaso no he estado recibiendo las bendiciones de Dios día tras día? ¿No me han protegido los ángeles? ¿No me ha bendecido el Señor con toda clase de bendiciones espirituales y temporales? Por valores recibidos, prometo pagar la suma de $571.50 dólares al tesorero de la iglesia". Después de haber realizado todo lo posible de su parte, se sintió feliz. Al cabo de pocos días había cumplido su promesa pagando los diezmos a la tesorería. (Consejos sobre mayordomía cristiana, pág. 100-101).
Dios todavía bendice a los que son fieles en devolver el diezmo a su iglesia. Vamos a decidir ser fieles mayordomos, al devolver el diezmo de Dios a su alfolí.
Le dije: "Entregue una promesa escrita al tesorero de la iglesia; eso tendrá valor formal".
El pensó que eso constituía un pedido más bien extraño, pero se sentó y comenzó a escribir: "Por valores recibidos, prometo pagar. . ." Levantó la cabeza como para preguntar: ¿Es ésta la forma adecuada de formular una promesa al Señor?
"Sí -continuó-, por valores recibidos. ¿Acaso no he estado recibiendo las bendiciones de Dios día tras día? ¿No me han protegido los ángeles? ¿No me ha bendecido el Señor con toda clase de bendiciones espirituales y temporales? Por valores recibidos, prometo pagar la suma de $571.50 dólares al tesorero de la iglesia". Después de haber realizado todo lo posible de su parte, se sintió feliz. Al cabo de pocos días había cumplido su promesa pagando los diezmos a la tesorería. (Consejos sobre mayordomía cristiana, pág. 100-101).
Dios todavía bendice a los que son fieles en devolver el diezmo a su iglesia. Vamos a decidir ser fieles mayordomos, al devolver el diezmo de Dios a su alfolí.